JOSÉ LUIS
QUINTANA, médico de familia
“No se privatiza la sanidad
para ahorrar, sino por ideología”
El director de
ambulatorio es uno de los impulsores de la dimisión en bloque de sanitarios de
Madrid
Con la medida tratan
de paralizar el plan de privatización de 27 centros de salud y seis hospitales
María R. Sahuquillo (El
País)
José Luis
Quintana (Madrid, 1961), médico de familia y director del centro de salud El
Greco de Getafe (Madrid), lleva semanas de movilizaciones contra el plan con el
que el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Ignacio González,
pretende privatizar la
gestión de 27 ambulatorios y seis hospitales. Una marea blanca de
manifestaciones, encierros y huelgas
que ha llevado a aplazar 30.000 consultas.
Pero su empeño aún no ha dado frutos. El jueves, Madrid aprobó
la primera parte de su plan, a lo que los sanitarios contestaron con una medida
de presión inédita: la dimisión de los equipos directivos de 125 centros —uno
de ellos el de Quintana—, si la privatización se hace efectiva. Los profesionales
perderían entre 200 y 300 euros al mes.
Pregunta. ¿Cuántos equipos se han adherido a
la dimisión?
Respuesta. Seguimos recogiendo firmas. Ya
tenemos unas 125, casi la mitad de las firmas de los 270 equipos directivos de
la comunidad. Son unas 400 personas entre directores, responsables de
enfermería y de las unidades administrativas. Además, están las de los responsables
de otras tareas que se realizan en los centros de salud: uso racional de los
medicamentos, protocolos específicos, calidad, cuidados enfermeros...
P. ¿Qué buscan con la medida?
R. El objetivo fundamental es que la
consejería de Sanidad entienda el profundo malestar y la gran decepción que
supone para los profesionales la implantación de medidas encaminadas a la venta
de hospitales y centros de salud. El número de dimisiones es un dato importante
pero con las que hay ya unos dirigentes sensatos deberían pensar hacia dónde
dirigen el servicio madrileño de salud, que es de todos los ciudadanos.
P. El consejero Javier
Fernández-Lasquetty dijo que si se hacen efectivas las dimisiones sustituirá a
los profesionales de inmediato.
R. No creo que sea tan sencillo
encontrar a cientos de personas dispuestas inmediatamente. Tenemos una
consejería que más que responsables y directivos, busca personas que le den la
razón y que aplaudan sus decisiones. Por eso, cuando se equivocan, como ahora,
critican y descalifican a quien está en desacuerdo. No pueden pretender
palmeros, necesitan personas con espíritu crítico.
P. ¿Qué significa la privatización de
la gestión de 27 centros?
R. Un despropósito. Nadie lo ha hecho
antes. Implica romper un sistema de calidad acreditada y bajo coste, traspasar
impuestos de los madrileños a los beneficios de personas o empresas.
P. ¿Afectará a los pacientes?
R. Los pacientes no tendrán que pagar
ni un euro por la asistencia, pero perderán a su médico y su enfermera.
Profesionales elegidos por ellos, que pasarán a ser escogidos por la empresa
que gestiona el centro.
P. ¿Hay voluntad negociadora por parte
de la administración?
R. Se ha esperado al último minuto
dejando un margen de tiempo mínimo, pero tenemos que creer que existe voluntad
de pacto. Prefiero pensar que se desea un punto de encuentro, aunque algunas
declaraciones señalan lo contrario. Nuestra mano va a seguir tendida.
P. González y Lasquetty han
descalificado las movilizaciones.
R. Que el presidente de la Comunidad
de Madrid, responsable del funcionamiento de las instituciones, diga que “sean
bienvenidas las dimisiones”, habla mal de su sentido de la responsabilidad y de
cómo se entiende la tarea de gobierno. Que el consejero diga que optimizar el
tiempo de ingreso de los pacientes para que pasen solo los días necesarios en
el hospital --tal y como proponíamos en nuestro plan de ahorro-- pone en riesgo
al paciente solo se explica desde el desconocimiento y desde la falta de
argumentos. Muy triste.
P. ¿Cree que se podrá parar el plan?
R. Por descontado que creo que se
puede parar el plan privatizador. No se puede gobernar contra todo el mundo.
Seguiremos movilizándonos suceda lo que suceda. Las próximas acciones
dependerán del escenario en que nos sitúe la consejería: intento de acuerdo o
conflicto.
P. ¿Madrid es un laboratorio de prueba
para otras regiones?
R. Comunidades, sanitarios y gobernantes de toda España,
miran a Madrid. En el trasfondo de todo, no está solo el ahorro –porque, de
hecho, no creo que se ahorre--, está una forma de entender la prestación de
sanitaria. No se privatiza para ahorrar, sino por ideología. La sanidad debe
ser un derecho y no una posibilidad de negocio.
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